Tapachula, Chiapas; 6 de abril de 2020.- Lo que hoy la mayoría del mundo celebra: la Semana Santa, que inicia con el Domingo de Ramos en donde se recuerda la “Entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén”, tuvo su anuncio 400 años antes de este hecho por el profeta Zacarías (Zacarías 9:9) y que tuvo su cumplimiento hace más de 2 mil años con el nacimiento, ministerio, muerte y resurrección de Jesús (Mateo 21:5 – Marcos 11:7-10).
El mensaje central del llamado profeta más mesiánico (que anunciaba la venida de Jesús), es el llamado a la gente de esa época al arrepentimiento para que Dios perdonara sus pecados y tuvieran salvación.
Hoy, en el tiempo de la pandemia que vive el mundo por el coronavirus, ese llamado al arrepentimiento de nuestros pecados sigue vigente, además de reconocer la obra que hizo Jesucristo en la cruz del calvario al morir por nosotros, para perdón de nuestros pecados, restauración de nuestras vidas y salvación de nuestras almas.
Semana Santa, como nunca antes, tiempo de guardarnos en casa –obligatoriamente por la pandemia-, y también tiempo de hacer una introspección para encontrarnos a nosotros mismo y sobre todo, buscar y encontrar a Dios…ahora que hay tiempo.
