Para el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, el estado de Chiapas y Oaxaca son una prioridad para el tema migratorio, por lo que se continúa con el plan para proteger a migrantes contra bandas de transportistas, tratantes de personas y secuestradores.
Después de cumplir con su propósito durante 134 días, este lunes fue desmantelado el campamento provisional de san Pedro Tapanatepec, Oaxaca, donde se atendió a personas migrantes para regularizar su estancia en el país. En este espacio abierto se contó con supervisión de muchos organismos para velar por los DDHH.
Sin embargo el INM, cuenta con oficinas migratorias donde de manera regular se brinda atención de manera ininterrumpida, dando prioridad a los grupos vulnerables, como mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes, discapacitados y adultos mayores.
El mandatario de la nación indicó que no quitará su dedo del renglón para los dueños de autobuses, camiones y vehículos que se usan para transportar en condiciones infrahumanas a los migrantes.
En esta lucha contra los traficantes de humanos, se han registrado varios enfrentamientos con agentes de la GN y la SEDENA; las instituciones federales han puesto a disposición de la FGR a los detenidos, donde continúan con su proceso jurídico.
En el caso de Chiapas y Oaxaca, los centros de atención provisionales, ha permitido despresurizar esas entidades, a efecto de prevenir y evitar las aglomeraciones que se registraban hace más de dos años, esto aunado a la cultura de colaboración que han adoptado los propios migrantes.
“Ya hay más colaboración de parte de los extranjeros, cuando ingresan a territorio mexicano buscan la atención de parte de las autoridades migratorias, y ya no se ven las caravanas en las carreteras, donde lo único que hacían es exponerse al paso de los vehículos”, señaló el sr. Hermenegildo López, propietario de una empresa transportadora de productos perecederos.
