En los últimos dos años, la migración en la frontera sur de México se ha incrementado hasta en un 1000%, con población de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Haití y Centroamérica, lo que ha ocasionado una serie de problemas sociales, económicos, de seguridad, educativo y hasta turismo, para los municipios fronterizos, principalmente a Tapachula, por ser receptores de este sector de la población.
Por ello, los mismos empresarios de Coparmex señalaron que hoy se cuenta con un terreno idóneo para establecer las oficinas de regulación migratoria, el cual se encuentra fuera de la mancha urbana de cualquier municipio.
Este predio que otorgó el Gobierno de Chiapas a través de la Secretaría del Campo, cuenta con una extensión de 13 hectáreas, donde además se tiene proyectado brindarle un espacio a todas las dependencias de los tres niveles de gobierno involucradas en la atención de los migrantes, tales como la COMAR, la Guardia Nacional, el sector Salud, organismos de Derechos Humanos y hasta las representaciones consulares, con el objetivo de que los migrantes puedan ser atendidos en un solo lugar y evitar que vayan de un lado a otro.
En este sentido de acuerdo al artículo 89 de la ley general de derechos de las niñas, niños y adolescentes Federal, se refiere a las medidas especiales de protección para garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, acompañados, no acompañados, separados, nacionales, extranjeros y repatriados en el contexto de movilidad humana, donde el Sistema Nacional DIF o sistema de las entidades, según corresponda, deberá brindar la protección que prevé esta Ley y demás disposiciones aplicables.
Sin embargo, al verse rebasados, los migrantes empiezan a deambular por toda la ciudad, dónde ocupan áreas como parques, banquetas de oficinas, áreas verdes y muchos otros sectores, provocando un conflicto social, por lo que en la propuesta de reubicación se puede construir espacios de alojamiento para los migrantes, donde los DIF puedan invertir en una mezcla de recursos.
Y es que de acuerdo a organismos defensores de los derechos humanos y especialistas en temas migratorios, el sellamiento de las fronteras no es la solución al problema migratorio, ya que a toda costa buscarán la forma de cruzar, además se generaría otro problema con los comerciantes de ambos lados de la frontera, quienes por décadas han vivido del intercambio comercial a través del río Suchiate.
En este sentido se hicieron varios intentos para crear albergues en diversos municipios fronterizos, los cuales fueron rechazados por los pobladores, por encontrarse dentro de la zona urbana.
En resumen, la propuesta de reubicación de las oficinas traería grandes beneficios para solucionar los problemas sociales que demanda la ciudadanía y además se estarían generando fuentes de empleo y muchas áreas de oportunidades.
