Ante la ausencia de una intervención efectiva por parte de la Secretaría de Gobierno y las promesas incumplidas de José Juan Ulloa, quien ofreció soluciones a los representantes de la cabecera municipal, la situación en el municipio ha escalado a un punto crítico. Los representantes municipales, frustrados por la falta de acción, tomaron la decisión de cerrar la presidencia municipal como medida de presión.
En respuesta, las comunidades decidieron bloquear las salidas hacia Ocosingo y San Cristóbal. Su mensaje es claro: no levantarán el bloqueo hasta que la cabecera municipal haga lo propio y desbloquee la presidencia. Esta acción ha generado un ambiente de tensión y preocupación entre los habitantes, quienes ven afectados sus desplazamientos y actividades diarias.
Además, se ha reportado que la diputada local Cecilia López, a través de sus operadores, ha estado impulsando activamente la exigencia de un apoyo económico, lo que añade una capa de complejidad al conflicto. La intervención de López ha sido vista como una maniobra política que busca ganar apoyo entre las comunidades afectadas, exacerbando la situación.
Este bloqueo no solo afecta la movilidad, sino que también pone en riesgo el acceso a servicios básicos y el abastecimiento de bienes esenciales. La comunidad espera una pronta y efectiva respuesta de las autoridades para resolver esta crisis y restablecer el orden y la paz en la región.
Las autoridades municipales y estatales enfrentan una presión creciente para encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas y evite una mayor escalada del conflicto. Mientras tanto, los ciudadanos se mantienen en un estado de alerta y expectativa, esperando que sus demandas sean finalmente escuchadas y atendidas.
