En una preocupante situación, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) podría enfrentar consecuencias adversas para el país de la 4T debido a su bajo rendimiento y la falta de un salario digno para sus empleados. El representante legal del IICA, Jaime Diego Montenegro Ernst, ha generado malestar al presentarse con su abogado y intimidar a los empleados del Centro de Empaque de la Mosca del Mediterráneo (CEMM) el pasado martes 5 de marzo.
Los empleados del CEMM han estado manifestándose por un salario digno, argumentando que el actual es un suicidio financiero para las familias de los trabajadores, violando la Ley Federal del Trabajo. Según la LFT, es ilegal recibir un salario inferior al mínimo, y las primas dominicales deben ser del 25% sobre el salario ordinario. Sin embargo, los contratos individuales de los empleados indican que el salario viene en conjunto con dicha prima, resultando en un salario diario dominical de $250, violando así los derechos de los trabajadores.
Además, empleados con más de 25 años no reciben debidamente estipuladas en su nómina prestaciones como permisos personales, vales de despensa, e incentivos por trabajar en zona insalubre. A pesar de ser una empresa del SENASICA con inmunidad y privilegios como organismo internacional, los trabajadores denuncian discriminación y violación de sus derechos constitucionales.
Se hace un llamado a las dependencias gubernamentales como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Procuraduría Federal del Trabajo, la Junta de Conciliación y Arbitraje, y el IMSS para que realicen auditorías y supervisen estas empresas prestadoras de servicios. Según la LFT, el patrón que cometa actos discriminatorios en el centro de trabajo puede ser sancionado con multas económicas significativas.
En un acto de valentía, los empleados del IICA han solicitado la presencia de los medios para denunciar los hechos delictivos de la empresa, temiendo represalias y hostigamiento por parte de la misma. La situación actual ha llevado a que los empleados estén atrincherados en las instalaciones del IICA, buscando visibilizar y enfrentar la difícil realidad que viven día a día.”














