Tapachula, Chiapas. En medio de la tranquilidad de la noche, los residentes cercanos a la cantina ubicada entre la diagonal de la octava y el parvial de la novena han estado luchando contra el constante estruendo y las amenazas de seguridad que emanan del establecimiento. “Buenas noches, ayer le escribí a esta hora, que son estas horas y esa cantina sigue a todo volumen”, expresó uno de los afectados.
La situación ha llegado a un punto crítico, con residentes trabajadores pidiendo desesperadamente una solución. “La podría usted venir a grabar para que mire que no le miento somos gente trabajadora y tenemos que madrugar”, agregó otro residente. La fuente del conflicto parece ser el alto volumen de la música y los comportamientos perturbadores que continúan incluso después de horas de la noche.
El dueño de la cantina ha sido acusado de amenazar a los residentes por simplemente pedir que se reduzca el ruido. “Ya el dueño de la cantina nos a amenazado solo por pedirle que le baje el volumen a su música”, denunció uno de los afectados. La comunidad solo busca paz y tranquilidad para descansar y llegar bien a sus trabajos, pero se han enfrentado a puertas cerradas literal y figurativamente. “Lo único que pedimos es que le baje el volumen a su música. El tema es que ellos cierran la entrada principal para que digan que no hay nadie pero adentro siguen gritando y su música a todo volumen”, expresó otro residente.
Los afectados han intentado buscar ayuda en las autoridades locales, pero hasta ahora sus esfuerzos han sido en vano. “Fuimos alcoholes municipal incluso con la señora”, mencionó uno de los residentes. La falta de acción por parte de las autoridades ha llevado a la comunidad a buscar apoyo público. “por favor nau ayúdenos. Está es la cantina ubicada entre diagonal de la octava y parvial de la novena ya fuimos alcoholes municipal incluso con la señora. Sierran el portón de enfrente para que nadie les diga nada ayúdenos por favor solo queremos descansar para llegar bien a nuestro trabajo ya llevamos un año en esta lucha y nadie hace nada”, imploró uno de los afectados.
Además del ruido, los residentes también han expresado preocupación por la seguridad, señalando la presencia de mujeres migrantes y situaciones problemáticas que se desarrollan en el establecimiento. “Luego pura mujer migrante tienen allí y se arman unos relajos y gritos casi toda la noche”, informó uno de los residentes.
La comunidad espera que estas preocupaciones sean abordadas de manera urgente por las autoridades competentes para restaurar la paz y la seguridad en la zona.
