Ensalada de grillos
CIRO CASTILLO
Seguros estamos que millones de mexicanos, incluso sus seguidores más fervientes, se preguntan a qué va Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos.
Él dice que va para “apuntalar” la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la continuidad, por cierto, del TLCAN, forjado en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, su acérrimo rival, hasta hace poco innombrable.
Todos están de acuerdo en que México y la Unión Americana no pueden estar uno sin el otro, pues comparten más de 3 mil kilómetros de frontera terrestre y un gran flujo comercial de ida y vuelta.
Los cuestionamientos llegan porque Obrador no va por iniciativa propia, sino porque Trump prácticamente lo mandó llamar.
El mandatario mexicano acudirá a Washington, la capital norteamericana, cuando faltan poco más de 100 días para que en el país de las barras y las estrellas se lleven a cabo las elecciones y, se defina si Trump se queda o no otros cuatro años.
Obrador va, además, a visitar al republicano que desde su primera campaña no ha dejado de proferir insulto tras insulto a los migrantes, en particular a los mexicanos, a quienes ha calificado de delincuentes, como si los millones de paisanos no aportaran nada a su país.
El periodista latino Jorge Ramos recordó este lunes que Trump ha atacado a México de distintas formas: dijo que pagaríamos el muro fronterizo, ha tratado de echar a los “dreamers”, obligó al gobierno de la 4T a contener a los migrantes centroamericanos con la Guardia Nacional y nunca se disculpó con los mexicanos, a quienes llamó violadores.
Incluso, horas antes de que AMLO viaje en avión comercial, Donald Trump publicó en Twitter, su red social preferida, un mensaje en el que nuevamente ataca a los inmigrantes.
“Nueva York y Chicago juegan la carta de las ciudades santuarios donde se protege a los criminales. Tal vez ellos deben comenzar a cambiar su formas (y pensamiento)”, escribió el magnate, quien además exhibió fotos de su reciente visita al estado de Arizona, donde presume su obra más preciada: el muro fronterizo.
En conclusión, el que decía que nunca saldría de México y el que tanto ha criticado la política neoliberal, viajará para encontrarse con un racista y xenófobo. Entonces a qué va AMLO a EUA…
VIDEGARAY VS EBRARD
Nadie se olvida que fue Luis Videgaray, quien convenció a Enrique Peña Nieto de invitar a Donald Trump a México, en plena campaña presidencial en agosto de 2016.
La decisión, criticada hasta por AMLO, le costó el cargo de Secretario de Hacienda a Videgaray y muchos dicen que hasta la candidatura presidencial, que luego fue para José Antonio Meade.
Ahora es Marcelo Ebrard, titular de Relaciones Exteriores, el que parece estar jugándose parte de su futuro político con la visita de su jefe a los Estados Unidos.
No sabemos a ciencia cierta si fue el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México quien recomendó al Obrador aceptar la “invitación” de Trump en plena campaña presidencial; sin embargo, ahora o después, los detractores de Ebrard Casaubón, “el bombero del sexenio”, le sacarán raja a este episodio. La historia se repite…
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