Tapachula, Chiapas – El robo masivo en las bodegas de J&T Express en la sucursal Tamarindos de Tapachula ha causado pérdidas que ascienden a cientos de miles de pesos, lo que ha generado una ola de indignación entre los usuarios afectados, quienes han comenzado a alzar la voz para denunciar la situación.
El pasado viernes 13 de septiembre, un cliente afectado acudió personalmente a las bodegas de J&T Express Tapachula Tamarindos con el propósito de recoger dos pedidos que había realizado. Sin embargo, después de esperar más de dos horas, solo uno de los paquetes le fue entregado, mientras que el segundo nunca apareció.
A las 10:30 de la mañana, el cliente exigió una respuesta al encargado de la sucursal, identificado como Eduardo Huerta Zepeda, quien, según los afectados, mostró una actitud prepotente y violenta. El cliente relata que, al intentar grabar la situación para documentar lo que consideraba un robo recurrente, el encargado intentó quitarle el celular de las manos y, al verse evidenciado, se refugió dentro de las instalaciones de la empresa.
Los afectados denuncian que, desde el interior de la bodega, se escuchaban insultos hacia ellos y que su única intención era recoger personalmente sus paquetes ante la preocupación por los constantes robos. Además, aseguran haber sido víctimas de agresiones verbales y levantamiento de falsos en redes sociales por parte de un empleado de la empresa, identificado como Martín Puig Cruz, quien, según los denunciantes, ha desprestigiado su negocio tras haber expuesto públicamente los robos sufridos.
Este incidente es solo uno de los muchos reportados en las últimas semanas, lo que ha desatado una creciente preocupación entre los usuarios de J&T Express. A medida que más personas se ven afectadas por la pérdida de sus paquetes, las exigencias para que la empresa tome medidas al respecto y resuelva los problemas se han intensificado.
Hasta el momento, la empresa de paquetería no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente ni ha ofrecido una solución a los usuarios que han reportado robos o extravíos de sus pedidos. Los afectados esperan que las autoridades locales intervengan para investigar y resolver los hechos, mientras continúan exigiendo que la empresa asuma la responsabilidad por las pérdidas ocasionadas.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de mayor seguridad y transparencia en el manejo de los envíos, así como un llamado a las autoridades para que se garantice el respeto a los derechos de los consumidores.