Tapachula, Chiapas. Autoridades estatales informaron sobre la detención de tres personas presuntamente responsables del asesinato del médico César Alberto Moisés Galán, ocurrido la tarde del lunes en la colonia Centro de esta ciudad.
El crimen tuvo lugar alrededor de las 18:00 horas, en la 2a Avenida Norte, entre la 15a y 17a Poniente, frente a la Clínica de Especialidades (CEDIS). Testigos señalaron que un hombre vestido con pantalón de mezclilla, sudadera gris y el rostro cubierto, se acercó a la víctima y tras un breve intercambio de palabras, disparó en tres ocasiones. Moisés Galán, de 58 años, recibió impactos de bala en el cuello y cayó al suelo.
Su esposa, quien lo acompañaba, declaró que el ataque ocurrió cuando se disponían a abordar su camioneta Honda Ridgeline gris, con placas del estado de Chiapas.
Paramédicos de la Cruz Roja llegaron al sitio, pero solo pudieron confirmar el fallecimiento del médico. En la escena del crimen, las autoridades aseguraron una pistola tipo escuadra sin marca visible, así como una ojiva y dos casquillos percutidos.
Tras el ataque, elementos de la policía implementaron un operativo con apoyo de cámaras de seguridad y testigos, logrando la captura del presunto homicida horas más tarde.
Además, junto con el principal sospechoso fueron detenidos dos presuntos cómplices —un hombre y una mujer— cuando intentaban huir hacia la costa de Chiapas.
La Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad del Pueblo informaron que los detenidos responden a los nombres de Hugo “N”, Leonel “N” y Evelin “N”. Actualmente, se encuentran a disposición de la Fiscalía de Distrito Fronterizo, donde se realizan las investigaciones para esclarecer el caso y determinar su nivel de participación en el crimen.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, el homicidio podría estar relacionado con una venganza, ya que meses atrás el médico habría realizado una cirugía en la que un paciente perdió la vida. Sin embargo, esta hipótesis aún está siendo investigada por las autoridades.
Los detenidos podrían enfrentar cargos por homicidio calificado, con una pena máxima de hasta 50 años de prisión. La captura de los sospechosos se logró gracias al uso de las cámaras de seguridad del C5 y un avión no tripulado implementado por el gobierno estatal en Tapachula.





